Pocos luchadores tienen la trayectoria de Paul London, ya que tuvo un increíble trabajo en Ring of Honor, luego con Pro Wrestling Guerrilla y un gran éxito en la WWE (haciendo tag team conBrian Kendrick), Paul siempre ha sido uno de los favoritos en Internet.
Cuando está fuera del ring, nadie es más directo que London, dice las cosas como son, sólo hace falta recordar el penoso incidente en el que perdió todo el “push” que estaba recibiendo a costa de haberse burlado del ridículo ángulo de “la supuesta muerte de Vince McMahon”, la cual se vio frustrada una vez que el dueño de la empresa se encontró en la obligación de rendirle tributo a una de las pérdidas más grandes de la industria “El fallecimiento de Chris Benoit”.
Paul London brindó fuertes declaraciones durante una entrevista , de la cual tomamos los puntos más importantes:
Sobre Billy Gunn:
Lamentablemente, Kip James (Billy Gunn), al ser un luchador profesional, es todo lo que siempre quise ser en mi vida. Sobre todo por su forma de actuar, para mí era lo mejor de ambos mundos.
¿Puedo ser un actor y un atleta? Esto era impresionante … Estar cerca de él todo el tiempo.
Pero luego, las gafas de sol, los labios con bótox, simplemente me desilusionó. Ya saben, era como estar con un montón de títeres, uno más del ganado.
Sobre Matt Hardy:
Matt Hardy, él es definitivamente uno de esos tipos que es muy falso con sus fans. Creo que les dice lo que piensa que ellos quieren oír para que le sigan besando el c***.
Él es mucho más como uno de esos tipos que ni siquiera se quitaría sus gafas de sol para hablar con alguien, nunca se acercaría a sus fans en un aeropuerto o algo así. Es repugnante.
Cuando la cámara lo enfoca y la gente lo está viendo, por supuesto que va a ser muy atento con sus fans, los adorará!, les dirá ¡Hey! Y todo eso, pero cuando queda fuera del aire, no podría ser más desagradable, empieza a hablar mal de ellos.
Pero no sólo se equivocan con él, sino con la mayoría de esos tipos.
Sobre el ambiente en Backstage:
Noté que por tener una mirada maniática y sádica en mi rostro, me veían a distancia. Luego alguien se acercaba a mí y me decía: “¿Estás bien?” Yo respondía algo como, “Sí, sí, yo estoy bien”, aunque en realidad mi mente estaba en otro lado, pensando en otra cosa.
Ahora que he tenido conversaciones como esta por lo menos tres veces, recuerdo que cuando estaba allí con un top star – y otros tipos diferentes – me decían: “Parece que estás listo para matar a alguien, si alguna vez vienes a trabajar y deciden colocarte en este lugar, comienza conmigo”. No les estoy tomando el pelo, uno de ellos ya no está vivo.
